Tradición y Evolución desde 1935
Conoce nuestra historia
AUTOMOTRIZ CALDAS MOTOR S.A. fue fundada en el año de 1935 bajo escritura pública No. 297 del 25 de marzo del citado año en la Notaria Primera de Manizales, con un capital de $12.000.
La sociedad fue fundada por el señor DANIEL GÓMEZ ARRUBLA, quien apenas contaba con 26 años de edad y ya se dedicaba a la importación de automóviles y camiones Reo. Fue entonces cuando un amigo suyo llamado Juan Freide, de nacionalidad alemana, vendía en esta ciudad vehículos de la marca Ford como representante de una firma de Cali, denominada Nicanor Hurtado, le propuso a don Daniel formar una sociedad con el ánimo de solicitar a Ford Motor de Estados Unidos la concesión de sus productos para el Departamento de Caldas. Sus socios además del antes nombrado fueron sus hermanos Eduardo y Alberto Gómez Arrubla y su padre Marco Gómez Botero.
Más tarde en el año 1941 el señor Freide se retiró de la empresa para dedicarse a estudios arquitectónicos.
Al inicio de la actividad de la empresa las ventas en su mayoría eran para el servicio público, las ventas para el servicio particular eran muy esporádicas. El negocio se desarrolló viento en popa hasta el año 1941 en que se inició la segunda guerra mundial, se frenaron las importaciones, ya que los productores se dedicaron a fabricar armamento. Fue un tiempo muy difícil para la empresa ya que los productores se dedicaron a fabricar armamento y la empresa estuvo al borde del cierre definitivo. Terminada la guerra las importaciones se reanudaron y el negocio tuvo un desenvolvimiento normal.
El primer local que ocupo la concesión fue en los bajos del Palacio Episcopal de Manizales, por el cual se pagaba un arrendamiento de $80 mensuales, un automóvil costaba para el público $1.150. El año de su fundación se estableció una sucursal en la ciudad de Pereira para atender eficientemente esa región y la del Quindío.
El negocio Automotriz en la época en que se inició CALDAS MOTOR prácticamente era desconocido para esta sección del país.
El negocio de vehículos es un negocio de mucha actividad y requiere fuera de una atención personalizada, un suministro oportuno de repuestos y un muy eficiente servicio de mantenimiento, clave fundamental para el éxito de nuestra concesionaria.
En el año 1972 se decidió renunciar a la concesionaria Ford, para agenciar los vehículos de la marca RENAULT, ya ensamblados en el país, concesión esta que se conservó con el nombre de AUTOMOTRIZ CALDAS MOTOR LTDA., hasta el año 2001 en el que se lleva la partición entre los socios hermanos de todos los negocios de automotores en que aparecían y queda como dueño en esta partición el Dr. Hernán Gómez Uribe y sus hijos convirtiéndose en sociedad anónima con el nombre de AUTOMOTRIZ CALDAS MOTOR S.A., continuando con la concesión de la marca RENAULT y con la gerencia de Don Germán Jaramillo Restrepo. Es en esta época donde se toma la decisión de conseguir el aseguramiento de la Calidad ISO 9000/2001.
A partir de Febrero 01 de 2003 ocupa la gerencia la Dra. Claudia María Gómez Gómez.
Visión
Nuestra empresa espera mantener el liderazgo en el Eje Cafetero en la comercialización de vehículos nuevos Renault, mediante un proceso de mejoramiento continuo de la calidad.
Para nuestros trabajadores seremos una excelente vía de crecimiento y mejora en la calidad de vida.
Misión
Somos una empresa de prestigio, comercializadora de vehículos y servicio para los mismos. Permanecemos atentos a las expectativas de nuestros clientes así como el continuo bienestar de nuestros colaboradores y una retribución equitativa para nuestros accionistas.
Valores
Renault Automotriz Caldas Motor Manizales cumple con la responsabilidad social aportando al hogar San Francisco de Asis de la cuidad de Manizales.
Responsabilidad
Asume lo que le corresponde y sabe lo que es necesario.
Lleva a cabo su trabajo cooperando a la vez con el trabajo de los demás.
Administra adecuadamente el tiempo durante la jornada laboral para dar óptimo cumplimiento a sus deberes.
Equilibra las prioridades de trabajo y las de la vida privada para que ni las unas ni las otras queden desatendidas.